De las ganancias marginales

Por: Doctor William Franco Gallo

32. De las ganancias marginales

En épocas de CAMBIO, nos afanamos en temas de INNOVACIÓN, creando valor agregado a los procesos, a las cadenas, a los productos, servicios, etc. Pero se olvida que el verdadero cambio está en saber tramitar y resolver los DETALLES, lo que se conoce como las “Ganancias Marginales”.

De que trata lo citado, es: No atender justo a tiempo los detalles (resolverlos con eficiencia), no darles trascendencia por no ser significantes en el resultado, es un error brutal. Tratar de aplazar (procastinar) para después solucionar, tensiona el área de la memoria y de las emociones sin que muchas veces usted lo perciba. Son situaciones que van hibernando, sin que usted se de cuenta hasta que llegue una situación que sirva de detonante y encadene todo lo que subyace, creando una gran TURBULENCIA (caos).

La sumatoria de esos detalles son los que drenan, frenan la eficiencia, la productividad, y en modo secundario va castigando el estado de ánimo de las personas y/o equipos de trabajo hasta llevarlos al colapso en debilitar las relaciones humanas, la capacidad de productividad, la calidad de vida, la salud, etc.  También ocurre en muchas otras esferas: relaciones afectivas, interpersonales, sector público, proyectos de emprendimiento, áreas de aprendizaje y/o conocimiento. No se vale dejar cabos sueltos …

La verdadera INNOVACIÓN  inicia en ajustar y revisar día a día la eficiencia y calidad de los procesos, antes de iniciar una aventura de emprendimiento orientada a crear valor agregado, etc.

La esencia del éxito está en saber detectar, reconocer, aceptar las fallas en los detalles, no tratarlos como “Eventos Aislados”, de poca monta, que perfectamente pueden esperar para ser resueltos después. Es en esa sumatoria de nimiedades las que generan las grandes turbulencias que llevan al caos.

De nada sirve una buena definición de la “Táctica” y un buen diseño de la “Estrategia” si los tránsitos en llevar adelante los propósitos (objetivos) están llenos de vacíos en los detalles. Que nos ganamos de ser muy eficientes, perceptivos, cautelosos de manera intermitente, pero sin demostrar vocación de sostenibilidad – en el tiempo -. Es esta última la que da consistencia y forma a los procesos, certeza de viabilidad.

La almendra de toda esta exposición está en revisar todos los días  función de ajustar procesos. Hacer de esta misión un HÁBITO.

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