Por: Doctor William Franco

Efecto invernadero del CO2 que afecta a los peces

- Piscicultura -

Es bien sabido que desde el año 1.990 el aumento del efecto invernadero – presencia del dióxido de carbono (CO2) en toda el área de sur América ha sido desproporcionado, superando los estándares promedios. Los científicos lo han venido advirtiendo de manera reiterada y constante en sus reportes y estudios que se han efectuado alrededor del cambio climático.

La relación entre este gas y los niveles de calor parece ser directamente proporcional, pues los niveles atmosféricos de CO2 también están en su máximo histórico: han ascendido al 142 % del nivel medio de la era preindustrial, según los datos del año pasado (2.015).

Estas anomalías nos hacen saber que tanto la atmósfera como los espejos de agua, cada vez serán más ácidos. En el agua cambiará el Ph,  repercutiendo en los volúmenes de productividad en la acuicultura.

Ahora bien si a esto le sumamos el aumento del FOSFORO por culpa del alimento concentrado que se degrada en el agua – hasta un 30% del total del alimento -  el incremento de dióxido de carbono se aumenta a tasas que desbordan la “capacidad adaptativa” del sistema ambiental para ajustarse y superar las dificultades en el desarrollo de un cultivo de peces.

Son estas partículas orgánicas suspendidas en los fondo de la columna de agua – piscinas cultivo de peces – las responsables del MANTO DE LODO,  que afecta la productividad  - desarrollo y crecimiento - en un cultivo  con vocación acuícola.

Recomendación: Retire cada  vez que efectúe recolección de cosecha de peces, las excretas y heces fecales de los estancos, igual que las sobras de alimento concentrado que son los mayores responsables de los manto de lodo del fondo del agua.  Adquiera, un trasmallo de arrastre especial para sacar el LODO. Recuerde, no se confunda, eso no es BARRO. Si tiene duda intente olerlo.

Si sumamos todos estos desastres ambientales, sus fuentes motoras de productividad de DIÓXIDO DE CABONO, no queda otra opción que comenzar a diseñar estrategias que ayuden en apaciguar las debilidades sistémicas del entorno ambiental.

Con base en estos contextos se puede afirmar, sin ambages, que, la ACUICULTURA  no es otra cosa que saber controlar y manejar los riesgos ambientales. Todo en función de cuidar en extremo la calidad de oxígeno en el agua,

NO olvide que los efectos INVERNADEROS en la atmósfera, generan sistemas de baja presión sobre los espejos de agua, reduciendo las expectativas de oxígeno disuelto  - óptimo  - para la sobrevivencia de los peces.