Por: Dr. William Franco 

24. Que significa “procrastinar”

- Definición: posponer, aplazar, la toma de decisiones. La falta de pasión, de información (conocimiento), cultiva el hábito del aplazamiento, catapulta la pereza y la mediocridad.

Existe un contubernio de amancebamiento entre la falta de voluntad y la forma como se comporta el cerebro en su plano esencial (natural). El cerebro es el órgano de cuerpo que mas energía consume, en proporción a su tamaño, es una máquina diseñada para ahorrar energía con el fin de no colapsar frente a demanda que requieren los órganos de los sentidos, los de mas alto consumo.

Esta propiedad intrínseca hace que funcione en modo caché en sus diferentes áreas de memoria. Lo anterior indica que el ser humano se debe mas a su pasado que al presente (realidad). Es el origen de la procrastinación: el cerebro se resiste en aprender otras destrezas y habilidades, el prefiere lo conocido que los desconocido, adora todo lo que sea simple y sencillo (hacer el menor esfuerzo) en dirección en ahorrar energía.

La única forma de revertir este comportamiento esencial del cerebro es desarrollar los niveles de ATENCIÓN, el método idóneo para entrar a desarrollar la mente. Si la atención no es la mejor, es imposible que las áreas de la memoria se activen para guardar infamación. El cerebro no tiene la capacidad de guardar el 90 % de los registros de imágenes que ofrecen los diferentes órganos de los sentidos, colapsaría en pocos segundos si tuviera esa posibilidad.

Lo citado hace saber que el cerebro es un software diseñado para ahorrar energía, solo le interesa guardar en su memoria lo que es memorable, por eso es determinante cultivar la atención. Sin atención no hay posibilidad de abrazar el objeto (imagen), el cerebro lo toma como información basura, lo desecha. Esto no quiere decir que sea un órgano rígido, por el contrario su plasticidad es absoluta, pero requiere la doma de la voluntad individual, la disciplina en acrecentar los niveles de observación (atención).

Es en este punto donde deben de actuar los gestores - administradores - en promulgar, fomentar, cultivar la motivación, en los educando y/o empleados, que no es otra cosa que la sugestión, sin ella es imposible que haya atención, es el primer reto que se debe superar.

Procrastinar es sinónimo de pereza, falta de motivación, resistencia al cambio por la ansiedad (miedo) misma que genera el riesgo a lo desconocido. Es una epidemia - crónica -, en la sociedad que avanza a pasos agigantados. Con el agravante que, el conocimiento rueda a velocidades siderales en el presente: haciendo que los plazos sean cada vez mas cortos para la toma de decisiones. El problema no es aplazar (procrastinar) sino el desprecio de la sociedad por los débiles de espíritu que no saber ejecutar (implementar) las expectativas de cambio que se requieren para adaptarse a las necesidades que imponen los mercados de consumo.

Ahora bien, muchas personas muestran voluntad en querer aprender, sus niveles de atención son buenos, pero les cuesta ejecutar la acción, aterrizar las ideas. Es ahí donde también los gestores deben de intervenir, en motivarlos en disipar los miedos, las dudas, en la ejecución.

Mas que entrar a desarrollar sus destrezas y habilidades se debe hacer un esfuerzo superior en conocer como piensa esa persona: Conocer la causa de sus miedos, los vacíos que generan incertidumbre en el individuo.

Como se puede notar el problema de la procrastinación está mas en la mente que en otras orillas.  El arte de posponer, aplazar es cuestión de falta de motivación que concatena, de manera perfecta, con los miedos.