Por: Doctor William Franco

Gas carbónico peces moribundos

- Piscicultura  -

El gas carbónico se obtiene por: Combustión, fermentación o descomposición química. En términos de acuicultura, se sobrentiende que el dióxido de carbono (gas carbónico) se origina en los desastres que ocasiona el MANTO DE LODO,  que no es otra cosa que las excretas, heces fecales y materia orgánica en suspensión (residuos de alimento concentrado) que vuelven mas ácida el Ph del agua.

Los niveles de oxidación altos en el agua sirven para generar estadios de ansiedad en los peces, que debilitan el sistema inmunológico y los lleva a bajar sus defensas, generando cuadros depresivos con baja apetencia para tomar los alimentos.

La presencia de estos vectores lo único que logra es aumentar las fragilidades del sistema hasta llegar a las TURBULENCIAS, al colapso de la capacidad adaptativa del entorno ambiental. 

El dióxido de carbono – CO2 – destruye los neurotransmisores a nivel del cerebro (sistema nervioso central del pez), en el área del olfato y del oído, afectando la claridad de la orientación en los desplazamientos.

Las convergencias de situaciones – dificultades – y el detonante de otras: cambios de clima súbito, inestabilidad de temperatura son las condiciones ideales para lastrar cualquier proyecto acuícola.

Quizás en el día por la permanencia del sol, permite que la disponibilidad del oxígeno  apacigüe un poco los porcentajes del dióxido de carbono existente en el agua por culpa del manto de lodo existente que se acumula en el fondo de la columna de agua, Pero una vez el sol se oculta la disponibilidad de oxígenos cae y el porcentaje de gas carbónico  se dispara hacia arriba, convirtiendo el estanco en un miserable pozo con registros altísimos de amoniaco, acidez total en el agua.

Lo único que les esperan a los peces en horas de la noche es vivir en un infierno, donde el manto de lodo es el amo y señor de la noche. El poco oxigeno disponible, y copado ese espacio por el gas carbónico hace que peces se muestren por la mañana moribundos, boqueando, tratando de atrapar algo de oxigeno del aire.