El arte de saber preguntar

Por: Dr. William Franco 

23. El arte de saber preguntar

Una da las mayores dificultades que presentan los emprendedores - gestores - al momento de armar un proyecto es: la falta de idoneidad en aterrizar las ideas. La orbitan en su mente, pero no saben darle cuerpo a la misma para ofrecerlas en diferentes contextos con el fin que se pueda observar y evaluar desde distintos registros - aristas - de interpretación. Si los conceptos, los pensamientos, las ideas no están bien definidos es imposible avanzar con expectativas de certeza, los riesgos son altos a la hora de medir el éxito. En vez de minimizarlos se potencian.

Esta es una de las razones por el cual los proyectos surgen - muchas veces - con espinas en su tronco, nacen con vicios sobre la concepción misma de la interpretación de la idea. Ese proceso de "transición", de integración, sin un deber ser correcto - de materializar lo que se ha construido en la mente -, es el inicio a la distorsión, lo único que ofrece son rutas de incertidumbre, duda e inconsistencias.

La experticia de todo emprendedor se enfoca en saber resolver lo complejo, en cada una de las diferentes fases del proyecto que componen el todo. Su sapiencia se decanta en saber mostrar, trazar, las vías para alcanzar los logros y objetivos, que sean simples y sencillos, con lógica intuitiva. Esto se traduce es saber simplificar procesos, de eso se ocupa la innovación, la creatividad.

Todo emprendimiento - en sus diferentes fases -, que supere el 1 - 2  - 3, de sus procedimientos no sirve, pierden fuerza - se diluyen los propósitos - y lo único que se logra es amplificar la fragilidad para llegar pronto a su etapa de degradación. Es importante la construcción sobre lo que es la "concepción modular", en los proyectos. Que sean flexibles y móviles, de fácil recambio, con protocolos cortos y claros, sin arandelas ni artilugios de compleja interpretación.  

Ahora bien, las fortalezas de un emprendedor no se encuentran en sus manuales y guías de orientación, sino en la capacidad de su "comprensión de lectura". Si una persona no cultiva el arte de leer, de manera constante, jamás va a tener la posibilidad de generarse inquietudes, de formularse preguntas, interrogantes. El pensamiento es un ejercicio de la indagación. La indagación es el resultado de los interrogantes que el individuo se hace.

Si una persona hoy en día, no sabe preguntar hace saber que el tampoco se sabe interrogar. Esto último indica que ese individuo no cuenta con la capacidad de reconocerse a si mismo, se somete al arrastre de sus emociones en sus actos de conducta.  El primer eslabón del conocimiento surge en el pensamiento, que resulta y se nutre de la interrogación. Si ese cotejo no es perfecto, la idea que nace es difusa e imperfecta.

El núcleo está en el ejercicio de la lectura, al mismo ritmo que impone el desarrollo de la tecnología. El conocimiento, las destrezas y habilidades obligan a desarrollar una alta comprensión de lectura. Es una sentencia irrefutable, que se necesita, para poder comenzar a dar pasos en cualquier proyecto que se desee adelantar.

El arte de simular, predecir, tratar de interpretar las expectativas que ofrece el futuro resulta de la PREGUNTA. Son ellas las que le brindan al individuo la posibilidad de alcanzar un buen punto de ubicación y referencia en los retos de movilidad. Sin movilidad no puede haber conocimiento.

Si una persona adolece de una sana comprensión de lectura mostrará falencias de "atención" a la hora de aproximarse a los objetos (proyectos). Los retos a emprender no estarán bien definidos, los tránsitos en resolverlos estarán sujetos al vaivén de las circunstancias y de los accidentes: los riesgos se incrementan.

En un mundo con tanta inestabilidad e incertidumbre, sometido a una volatilidad constante, se requiere de un rigor superior - al límite - en los espacios del conocimiento. El mundo actual está diseñado para solo triunfar los mejores, aquellos que son capacees de adaptarse y superar lo que significa la resiliencia, sin posibilidad de procrastinar.

Un proyecto de emprendimiento es viable, sostenible, siempre y cuando se asuma desde una óptica de investigación constante, con dirección a la innovación. Sin una excelente comprensión de lectura es imposible definir la idea, se dificulta y se hace mas complejo.

Los problemas, retos, se resuelven no cuando se aborda la acción sino cuando se logra comprender bien la idea de la complejidad, es ahí donde se inicia a resolver los problemas de todo proyecto (labor de trabajo).

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